En 1871, y al frente de una expedición de 192 hombres, Stanley partió de Zanzíbar y se abrió camino a través de los territorios inexplorados del África oriental, siguiendo cuantos rumores oía sobre el médico blanco perdido llamado Livingston.
La búsqueda duró ocho meses, y el 10 de noviembre de 1871, los expedicionarios llegaron a una aldea.
Allí, de pie ante su tienda de campaña, Stanley descubrió la figura de un explorador, que a su vez contemplaba con asombro a los que llegaban en su busca, después de tan largo recorrido. Desde entonces, el encuentro de los dos hombres se ha hecho legendario, algo así como una anécdota de ámbito universal. Se ha especulado mucho sobre lo que realmente se dijo en aquella ocasión; pero quizás parte de la controversia haya quedado aclarada con la autobiografía de Stanley, quien escribió:
-Caminé hasta él y, quitándome el casco, me incliné y dije con tono inquisitivo: " ¿El doctor Livingston, Supongo?"
-Sonrió cordialmente; levantó su gorra y respondió brevemente: Sí
No hay comentarios:
Publicar un comentario