- Dado que para las tropas norteamericanas era tremendamente difícil bombardear Tokio (no tenían ninguna base aérea cercana), no se les ocurrió otra cosa que usar murciélagos adiestrados a los que adherían bombas en las alas. Por suerte, al final no pusieron en práctica este método tras sufrir unos cuantos incidentes durante las pruebas (con incendios incluidos).
- También se encargaban de campañas propagandísticas para, al más puro estilo Goebbels, erosionar la moral nazi. Dentro de éstas, se remitieron cartas en las que se comunicaba a los familiares que un soldado había fallecido. O diseñaban falsos sellos postales con la imagen de Hitler en forma de calavera. O introducían octavillas entre las tropas alemanas en las que se contaba que las mujeres con maridos en el frente tenían que acudir a una granja de reproducción de las SS.
- Incluso existió un plan para introducir hormonas femeninas en la comida de Hitler.
- Otro proyecto descabellado fue el de intentar dañar los puertos alemanes usando… ¡icebergs! Estos sí que parecían de Bilbao: “Oye Patxi, qué te parece si arrastramos un par de icebergs desde el Polo Norte y los lanzamos contra las costas alemanas”. Tampoco se llevó a cabo por razones obvias.
Anécdotas de la 2ª Guerra Mundial
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genial. Me gustan muchísimo estas anécdotas. Ahora falta que en clase las comentéis.
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